Fenómeno de El Niño, conozca cómo las energías limpias le hacen frente

La variabilidad climática es una realidad que afecta a todo el planeta y sus consecuencias son cada vez más evidentes, uno de ellos es el ‘Fenómeno de El Niño’, el cual ocurre típicamente cada dos a siete años y suele durar de nueve a doce meses, durante los cuales se produce un calentamiento gradual del océano Pacífico que provoca fuertes sequías en ciertas regiones del mundo e intensas lluvias en otras.

Según pronósticos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), existe una probabilidad del 90% de que las condiciones sigan prevaleciendo durante el segundo semestre de 2023 y las altas temperaturas se darán sobre todo en los próximos tres meses y persistirá hasta el final de 2023.

Solo en Colombia, de acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), las zonas que se ven más afectadas son la región Caribe, Pacífica y Andina, donde alrededor de 207 municipios en 16 departamentos estarían en riesgo de desabastecimiento de agua y estos cambios pueden tener un impacto directo en la cantidad de agua disponible para las hidroeléctricas, lo que genera gran preocupación, dado que gran parte de la energía en el país es soportada por estas centrales.

En este contexto, la energía solar fotovoltaica emerge como una solución fiable y efectiva de manera sostenible y constante incluso en condiciones de sequía. Según Alejandro Arbeláez, Gerente de Innovación y Desarrollo de Ziklo Solar, empresa especializada en tecnología de diseño, suministro e instalación de sistemas de energía solar, “a diferencia de las fuentes de energía tradicionales, la energía fotovoltaica no depende de factores climáticos específicos, lo que la convierte en una opción resistente a las fluctuaciones causadas por estos fenómenos. Además, los paneles solares permiten aprovechar una fuente de energía inagotable y abundante en nuestro país, el sol”.

Por otro lado, asegura que la energía fotovoltaica ofrece numerosos beneficios medioambientales, ya que no emite gases de efecto invernadero ni contaminantes atmosféricos durante su operación y permite reducir la dependencia de los combustibles fósiles, mitigando los cambios climáticos y promueve la preservación de nuestros recursos naturales.

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La tecnología incentiva la transición energética

Se ha generado un escepticismo asociado al uso de la energía solar, el cual radica en la preocupación de que no genera la misma capacidad de energía que las fuentes tradicionales, sin embargo, gracias a los avances tecnológicos y la continua investigación en este campo, se ha logrado aumentar la eficiencia y hoy la energía solar está alcanzando la capacidad de generación de energía de otras fuentes.

“Los paneles solares modernos están diseñados para ser más competentes y capturar la energía solar de manera más efectiva, lo que ha llevado a un aumento significativo en su rendimiento. La integración de sistemas de almacenamiento de energía, como las baterías, permite almacenar el exceso de energía generada durante el día para su uso durante la noche o en momentos de baja radiación solar”, expresa Arbeláez.